GENARO TRAIL 2015

                                                       GENARO TRAIL 2015

Sábado 28 Marzo era el día de mi debut en una carrera de montaña. En ella, yo esperaba disfrutar de poder correr y andar por la Montaña de Madrid y sus vistas,  pero al final se convirtió en la carrera más dura que he disputado hasta la fecha.

Como en todas las carreras disputadas hasta ahora, mi padre (perfectamente uniformado con su equipación del Club Einde) vino a recogerme a mi casa a las 7.30 de la mañana.  Queríamos llegar pronto para poder recoger el dorsal y preparar todas las cosas necesarias para poder disputar con garantías mi primer trail de montaña. 

Esta carrera era la Genaro trail, tenía tres distancias  (10, 27 y 50 Km) para mí era, mi debut en montaña. Pero para el otro miembro de nuestro club que también la disputaba, era su tercer trail de montaña.  La carrera empezaba y terminaba en el Berrueco, pasando por  Patones y rodeando el embalse del Atazar.

Las distancias elegidas fueron 27 km  por Chepí y 50 km por Linternas pero por un problema de la organización, que en su página web anunció que había ropero, cuando en realidad no lo tenía, al venir en su moto no pudo dejar su equipaje y lo tuvo que dejar en nuestro coche.  Este dato me hizo empezar la carrera más tranquilo al saber que iría acompañado todo el recorrido.

La hora de salida fue la prevista, 10.00 de la mañana, con una puntualidad británica. Empezamos los primeros kilómetros con sube y baja constante, Linternas me marcaba un ritmo cómodo para los dos. Así transcurrieron los primeros kms, hasta que llegamos al primer pico del día, un cortafuegos de 1.5 kilómetros, para adentrarnos en plena sierra Madrileña. Lo hicimos andando pues de otra manera no se podía jajaja. Coronamos con buena ánimo como podéis ver en la foto.

Así continuamos pasando kilómetros en fila de a uno pues era una trialera estrecha como podéis ver en la foto.

Seguimos en un tramo de bajada desde el 8 hasta el 10. La carrera era alucinante corriendo pegado al río con unas vista de la leche, pero que no podíamos disfrutar pues estaba lleno de piedras y los tobillos peligraban. Con este paisaje llegamos a Patones de Arriba punto kilométrico 10, allí estaba situado el primer avituallamiento. Aprovechamos para beber y comer bien para continuar la marcha. 

Allí comenzó la parte que yo pensaba más dura de la carrera. Con buen ánimo empezamos a subir, hicimos una cuarteto muy bueno con una riojana y un madrileño (Jose Luis), fueron nuestros compañeros de viaje. Sobre el km 11 nos encontramos el segundo tramo en pico, otro cortafuegos de 1.5 km que era una pared que con mucho esfuerzo y sacrificio coronamos y continuamos subiendo (la parte era durísima) hasta coronar el Alto del Cancho. 

Fueron 4 km de continuas subidas. Nada más coronar nos dispusimos a bajar hasta el km 15 que teníamos un control de carrera para comprobar el chip. Al pasar por el punto de control, empezó mi calvario. Cogimos una ruta forestal entre árboles que era espectacular pero mi gemelo me saludó, con calma me pare a estirar y tras unos minutos continúe mi marcha. Le dije a Linternas que continuara a su ritmo. Aproveché a beber agua y volví a correr, parecía que me encontraba bien y me puse contento.

Eso me sirvió para poder subir a buen ritmo y coger a participantes que me habían adelantado. Jose Luis y yo nos juntamos en el segundo avituallamiento, comimos, bebimos  y rellenamos las botellas para completar los últimos 9 km. Tras un descanso, emprendimos de nuevo la marcha con una pared de 2 km que a mí me puso en mi sitio, me hundí física y moralmente. Con los ánimos y consejos de Jose Luis con más pena que gloria pude llegar hasta el km 20 pues mis piernas eran un calambre continuo. Me paré, estuve estirando con los consejos de Jose Luis y aproveché para tomarme una pastilla de sal y un gel para intentar terminar. Continuamos la marcha y empecé a mejorar de piernas con lo que pasados dos km, nos pusimos a correr para terminar la carrera como se merece. Pasamos por unos tramos preciosos y con un buen ritmo, porque veíamos el pueblo a lo lejos. Entrando en el pueblo El Berrueco con los ánimos de Linternas y mi padre cerca de meta y por supuesto la compañía de mi inseparable Jose Luis. Entramos en la meta los cuatro juntos y con la gente que estaba esperando en la meta aplaudiendo nuestra entrada.

Grandísima carrera, buenísima organización, salvo el detalle importante del ropero. Los avituallamientos y  la  señalización de la carrera fueron geniales. Un día estupendo en todo los sentidos.  Temperatura perfecta. Lo único que falló a medias fueron mis piernas, pues aunque pienses que estás preparado para correr medias maratones semana tras semana, la montaña es algo diferente y se debe preparar bien. Estoy muy contento por haber terminado, pero el año que viene la preparé a conciencia.

Gracias Jose Luis por acompañarme en esa parte, sin tus ánimos no hubiera terminado.  

P: D

Quiero decir que fui el último pero que estoy muy contento y siempre con cervezas. Por  cierto Linternas va como una moto jajajaja

Aúpa El Club Einde