35º Maratón Valencia 2015
Una carrera y dos maneras distintas de vivirla. En esta crónica el señor
Zocato y yo, el señor Chepi, contamos nuestra maratón de Valencia.
La historia
comienza con Javi, disfrutadla tanto como lo he hecho yo…
La aventura realmente empezó en Enero cuando decidí apuntarme al Maratón de
Valencia, en ese momento reservé el hotel y esperé hasta abril que abrieron las
inscripciones para apuntarme, como ya lo tenía decidido fui de los 1.000
primeros en realizarla. Ya solo quedaba esperar que pasaran los meses para
iniciar la preparación del maratón.
Con la ayuda de José tras unas semanas de descanso inicié el entrenamiento
que iba a durar 16 semanas.
Después de estas semanas de duros entrenamientos por fin llego la ansiada
cita.
El sábado por la mañana cogimos carretera camino a la ciudad de Valencia,
donde nos juntamos con Sergio y su familia (Silvia, Félix y Vito), estuvimos al
lado de la playa en un restaurante comiendo una paella y después a recoger los
dorsales en la Feria del corredor, estaba en aforo completo no cabía ni una
mosca. Nos dimos una vuelta por la Feria y después al hotel para cenar y
descansar.
Y por fin llego el gran día, nos levantamos a las 6:00 para desayunar luego
nos subimos a la habitación para reposar, realizar mis visitas rutinarias al
baño antes de cualquier carrera jajaja y prepararme ya que habíamos quedado con
Sergio a las 8:00 cerca de la salida.
Una vez juntos hicimos las fotos de rigor y nos dirigimos cada uno a
nuestro cajón de salida. Se guardó 1 minuto de silencio por los atentados de
París, tras el cual se dieron tres salidas, la primera de las personas con las
sillas especiales, la segunda fueron el cajón 1 y 2 (hasta las 3:30) y la
tercera 6 minutos más tarde el resto de cajones.
El primer km fueron de muchos nervios, tropezones y algún que otro empujón,
no entendible ya que tienes 42 km por delante para correr.
Mi planteamiento para la carrera era intentar marcar todos los km que
pudiera por debajo de 4:10, y principalmente controlar mis nervios ya que estos
me atacan al estómago.
Sobre el km 5 pase al globo de las 3 horas que iba haciendo tapón de la
gente que iban pegados a ellos a partir de ahí la carrera iba mucho más limpia
y se podía correr más a gusto.
Según iba sumando kms me iba encontrado mejor, sobre el 10 me
encontré a dos corredores de mi pueblo con los que estuve hablando un
poco.
Pase por la media maratón en 1:28 por ahora todo iba bien ya solo me
faltaba la mitad, y no había rastros de que el estómago fuera hacerme una de las
suyas.
Las calles estaban abarrotadas de gente animando era impresionante desde el
principio hasta el final con bandas de música en todo el recorrido.
Llega el km 30 o el temido muro empieza a aparecer un pequeño dolor en la
rodilla que iba y venía, a partir de aquí empecé un poco a comerme la cabeza si
podría conseguirlo o no, las piernas ya iban un poco más duras y los isquios
empezaban a dar avisos.
Para colmo en el km 37 aproximadamente me adelanta el globo de las 3 horas
en ese momento algo no me cuadraba porque no pensaba que iba tan mal para que
me pasara el globo, ya empecé a mirar el reloj y comerme más la cabeza decidí
apretar y engancharme a ellos cual fue mi sorpresa cuando les volví a coger
iban para hacerla por debajo de las 3 horas. Sobre el km 39 el globo afloja
muchísimo y yo decido tirar y dejarlo atrás hasta el final, miré el GPS y vi
que tenía tiempo para poder terminar por debajo de las 3 horas.
La entrada a la Ciudad de las Ciencias fue espectacular llena de gente
animando la llegada de todos y cada uno de los corredores, mi llegada a meta
fue en 2:59:14 por el arco y por el chip y mi GPS 2:58:44 eso si dándome
una distancia de 42,680 kms.
Termine muy contento con la experiencia, fue espectacular la animación de
la gente por todas las calles. La organización es de 10 no solo por el día de
la carrera si no por toda la información, SMS, e-mail que recibimos en
los días previos a la misma.
Para mí el único pero sería los asistentes que llevan el réflex y la
vaselina iban en bici con lo cual no podían parar si querías tomabas el bote y
lo echabas tú en marcha en eso yo pondría patinadores como en la maratón de
Madrid.
PD: Este maratón decidí dedicárselo a Ana mi mujer que siempre está conmigo
y me apoya, por eso en el dorsal, sin que lo supiera puse su nombre y el
mío.
Dar las gracias a Silvia, Félix, Vito y Ana los cuales estuvieron animando
en todo momento en los puntos kilométricos 9-10, el 17-18, el 25 y entrada a
meta (ellos también tuvieron su particular carrera para poder ir de punto a
punto jajaja)
Especialmente quiero dar las gracias a Jose (por si alguien no sabe quién
es, es el hermano de Juan el presi o mi personal trainer jajaja) por ayudarme a
preparar el maratón, su tiempo, esfuerzo y dedicación en prepararme los planes
de entrenamiento. Este año no ha salido la marca que queríamos de todas maneras
lo conseguido este año me da pie para mejorar para el siguiente.
A continuación empieza la crónica de Chepi. Disfrutad.
La manera de afrontar un maratón puede tener varias caminos, lo
que está claro es que mi camino no fue la adecuado.
Un año después de mi operación de menisco, y con unas
sensaciones buenas. Decidí apuntarme a la maratón de Valencia 2015.
Las vacaciones de este año no eran perfectas para mi preparación
y además los diferentes retos (Triatlón
Pinto y Oposiciones al cuerpo de policía) que tenía planeados para septiembre ,
tampoco eran lo más idóneo, pero la realidad es la que es, no la que nos
gustaría que fuera.
En definitiva, el día 21 de septiembre empezó mi preparación
para la maratón. Solo tendría 8 semanas de entrenamiento, muy justo. Pero al no
tener ninguna meta de tiempo y con una base física, tenía la esperanza de
completar mi segundo maratón.
Con la ayuda de mi entrenador-amigo, el presi 9 Dedos, que me
hizo un plan en tiempo record y con cinco días de entrenamiento a la semana y
una carga progresiva de kilómetros, empezamos con la misma ilusión que un niño
de 4 años. Había leído en varios foros una forma de correr que era por
sensaciones o pulsaciones, empecé a usarla en los entrenos y debo de decir que
es increíble y que he mejorado tiempos a ritmo impensables para mí. Pasaron los
entrenos (calor, lluvia, días de curro) no había excusa, solo pensaba en la
maratón, llegaron las mejoras en carreras de 10 km como en Getafe, Madrid y en
la media maratón de Fuenlabrada que no solo me hacían ver que el entreno era
perfecto, sino que mis piernas estaban finas (debo de decir que el viaje a la
India ayudo con mis 7 kilos de menos en mis piernas jajaja). Esa media maratón
(1:49 y con 45 km de entreno semanal) me hizo ser ambicioso y decidí cambiar el
reto por el de bajar de cuatro horas el maratón (una locura pero bueno, siempre
con cabeza y controlada).
En mi última carrera de preparación me di cuenta que estaba bien
de piernas y a tope de cabeza.
Llegamos a la última semana previa a la maratón y realicé los
rituales (masaje para descargar piernas, comida de proteínas e hidratos) todo
iba genial, el jueves termine mi último entrenamiento con unas sensaciones
fantásticas. Ya todo estaba hecho, solo quedaba disfrutar. Pero a veces la vida
es caprichosa y el viernes anterior, cuando volvía de trabajar, tuve un accidente
con mi moto. Mi primer pensamiento fue “se acabó la maratón”, golpes en codo,
cadera, rodilla y pie derecho. Llamé a mi amigo Luis y me ayudó a resolver el
jaleo de papeles y me aportó tranquilidad. Muchas gracias Luis. De allí con la
ayuda de mi padre, nos fuimos al hospital para evaluar los daños que había
sufrido mi cuerpo. Tras hacerme varias radiografías de las partes dañadas, me
dijeron que no tenía nada roto, el personal me ánimo a que probara el domingo
pues solo tenía golpes, pero la realidad era que estaba cojo, con un fuerte
dolor en el pie.
Pensé que estaba todo perdido, hablé con mi mujer, con mi
hermano, Juan y más amigos, todos
coincidían que fuera a Valencia, lo intentara y si me seguía doliendo pues que
me retirara de la carrera.
Tras toda la noche pensando, decidimos irnos a Valencia. Salimos
sobre las 10:00 con el ánimo por los suelos. Llegamos a Valencia sobre las
13:00 fuimos a dejar la maletas al Hotel y de allí al centro de Valencia para
comer. Llegamos a la playa de la Malvarrosa para mojarnos los pies (que gran
idea tuviste Sil), avisamos a Javi y Ana. Y desde allí todos juntos (mis
padres, mi mujer, Javi, Ana y yo) nos fuimos a degustar una suculenta paella,
con su sobremesa incluida.
Sobre las 18:00 nos fuimos a la feria del corredor, para recoger
nuestros dorsales. La adrenalina se apoderó de mí y allí decidí que disputaría
la maratón. Con el único objetivo de ir completando kilómetros.
La feria del corredor estaba perfectamente organizada, para
recoger los dorsales y la bolsa del corredor con la camiseta de la Maratón de
Valencia. Nos dimos un paseo por la feria para ver las ofertas y para quitarnos
los malos pensamientos (cansancio mental). Allí vimos al gran Chema Martinez y
nos hicimos una foto con él. La feria está perfectamente montada, para el
disfrute del corredor y muchos stands de diversas marcas y pruebas en el
calendario español e internacional.
Sobre las 20:00 nos despedimos de Javi y Ana y nos fuimos para
el hotel para cenar y descansar. Para seguir con el despropósito, la última
cena no fue pasta sino que fue un bocata de bacón y queso en fin, la suerte
estaba echada. Nos fuimos a dormir a las 22.30.
Nos levantamos a la 6:20 AM, cuál fue mi sorpresa que el pie no
me molestaba, bajé con mi mujer a disfrutar del desayuno. A diferencia con la
maratón de Madrid en esta pude dormir perfectamente, no hay nada como tener mil
pensamientos para no acordarte de los nervios. Eso sí, cumplí con mis rituales,
ducha, visita al baño y luego a vestirme y a disfrutar de Valencia. Salimos a
la 7:30 para aparcar con tiempo, todo fue perfecto. A las 8:00 nos encontramos
con Javi y Ana. Nos hicimos las fotos de rigor y nos deseamos suerte para la
carrera.
Allí había quedado también con mi amigo Arturo, pero no pudimos
vernos. Fuimos toda la carrera cerca uno del otro pero no nos vimos, una
lástima la verdad. Guardamos un minuto de silencio por los atentados de Paris y
salimos por tandas. Con los nervios a flor de piel y las incertidumbre de como
estaría mi cuerpo, empezamos la Maratón.
Pasaron los kilómetros y completé el primer objetivo, llegar a
los 10 km. El tiempo era el correcto, estaba clavando el 5:30 el km, eso me dio
un subidón y con los ánimos de mi mujer, mis padres y Ana, continúe con mucha
alegría. Hacía mucho calor, sobre las 10:15 alcanzamos los 20 grados. Avisé a
mi mujer que en el próximo punto de encuentro tuvieran el réflex a mano. Sobre
el kilómetro 15 pasé al globo de 4:15 me hizo ponerme como una moto, seguía
clavando los tiempos y encima sin dolor.
Sobre el kilómetro 18 mi mujer me acompañó unos metros para
darme ánimos y ponerme réflex en el cuádriceps que empezaba a dolerme, y con un
beso suyo de ánimo me hizo olvidarme el dolor que tenía. Sobre el km 21 todo
iba genial, bien de piernas, poco dolor y encima me junté con un grupeto de
Moraleja e hicimos varios kilómetros juntos (me vino genial). Seguíamos
completando kms y esperando al siguiente punto de encuentro con mi familia, que
sería el 25. Mi fiel y amada ayudante me volvió a acompañar y darme el gel que
le había pedido para la última parte de la carrera, la pena fue que al
guardarlo en el porta dorsal, se me cayó al suelo, una faena la verdad pero
bueno. A pesar de ese percance me inflé de ánimos y continúe hasta el famoso
muro (que geniales son en Valencia, había una pancarta en el KM 30 con un
dibujo de un muro y mogollón de gente dando golosinas). Allí vi a un amigo de Arturo y me dijo que venía
detrás, yo seguía clavando mis tiempos pero con un dolor el cuádriceps derecho,
cada vez más agudo.
Mi muro llego en el Kilómetro 32, estaba sufriendo como un perro
y se me ocurrió llamar a mi mujer que me dio mogollón de ánimos. También llamé a
mi hermano que me estuvo ayudando por teléfono durante unos minutos y que encima
me puso a mi motor, que no es otro que mi sobrino Oscar “el más grande”. Me
vine arriba, pasaron los kilómetros y cada vez había más gente en el recorrido.
Es increíble la gente ¡Viva Valencia! Sobre el kilómetro 36 hablé con Juan y le
conté el dolor en los cuádriceps y me dijo que corriera de puntera para no
cargar más el musculo y me dijo que ya lo tenía en mis “pies” y que no podía
dejarlo escapar. Y así fue, apreté los dientes y sufriendo como un perro acabe
mi maratón, mi mujer y mis padres me esperaban en la meta, impresionante recta
final con el Ágora al fondo y el Hemisferio al lado. Estaba súper feliz, me
parecía increíble lo había acabado en 4:15:19, bajé mi marca en 25
minutos.
Quiero agradecer a mi mujer esta maratón, que es tan mía como
tuya. Muchas veces no nos damos cuenta del esfuerzo que hace la familia con
nuestros entrenos continuos, Gracias Peque por todo.
A mi entrenador y amigo
Juan que como siempre me hizo el entrenamiento perfecto y me dio consejos en
todo momento, Gracias Juan. A mi hermano Iñaki que siempre confía en mí y me
apretó como un perro en Getafe para hacer mejor marca. A mis padres por
apoyarme siempre en mis locuras varias, Gracias. Y por supuesto a mi sobrino
Oscar que con el “vamos tío” me hace pasar todos los malos momentos, me hace apretar y
superarme cada día. Por supuesto que corrí con la camiseta de la suerte.
Del Maratón de Valencia, decir que es el mejor maratón de
España. La organización, el trato al corredor, el recorrido y por supuesto la
gente, que ha tomado la carrera como suya y te lleva en volandas a la meta.
GRACIAS VALENCIA
Desde aquí quiero decir que tener a Javi como compañero de equipo sube la calidad del Equipo, menuda maquina.
Así termina la historia del maratón de Valencia. Increíble
carrera. Espero que os hayamos hecho correr por la calles de Valencia y hayáis
sentido el ánimo de la gente, tal y como lo sentimos nosotros. Son de esas crónicas
que cada uno las cuenta a su manera, pero que en lo esencial, es la misma
historia, dos hombres luchando contra su destino.
|
Lo mejor siempre el tercer tiempo |
Aúpa El Einde